El Soundtrack de mi vida.

¡Si!, la música está en todas partes, eso bien lo sabe un melómano. Si tuviera que elegir una canción para describir mi vida entera sería imposible, es que cada momento puede tener distintas interpretaciones y cada canción varía la connotación. No es lo mismo un día lluvioso con Radiohead que con Britney Spears o una fiesta con Nouvelle Vague o con Vitalic.

El cancionero de mi vida recoge algunos de los momentos grabados en mi memoria por las canciones que escuché en el acto. Esos momentos en que te cagan de por vida una canción y nunca más es la misma porque es inevitable pensar en "aquel personaje", o cuando simplemente no pudo ser mejor y aparece la canción precisa, en el tiempo indicado, el acontecimiento quedará en nuestra memoria para siempre, como símbolo de que es perfecto.

1- Steady As She Goes - The Raconteurs



Las 6 de la mañana, ya está por amanecer. Me encuentro sola, en un lugar desconocido donde mi único nexo se ha ido a dormir y me ha dejado sola.
La flojera mañanera invade el lugar, la mezcla de un carrete que nunca fué y una tomatera sin control dejan su huella en los que allí se encuentran. Ya nada queda por hacer, todo ha acabado, ese típico incomodo silencio se asenta en el lugar, nos miramos sin saber que decir. El último recurso para matar el aburrimiento aparece; La tv.
Zapping, zapping y más zapping, derrepente alguien muy atinado por lo demás, exclama; "Deja el canal donde dan videos". Suenan canciones del recuerdo, esas que separan a los experimentados de los novatos melómanos. Entre críticas y comentarios, me siento alejada, es que no puedo decir nada, inexperimentada total.
Suena Steady as she goes, maestros y aprendices se unen como si tuvieran todo en común y nada nos alejara, "Oye que tal Jack White", "¡Un seco!", "La bateria no se compara", "¿Y vuelven los White Stripes?".

El sol se cuela entre las cortinas. "And here it comes again/ you find yourself a friend who knows you well/ but, don't matter waht you do...". El humo del último cigarro penetra mis pulmones, ya nada queda, el último compás de la canción suena y cada uno con lo suyo.

Paulina Loves Cahuín.

La lluvia me ganó y no fuí a la u. No tengo tv cable, así que obligada a ver los programas de "farándula", que de farándula no tienen nada. Cuando escucho ese término se me viene a la mente esas estrellas de Hollywood con vestidos glamourosos y vigentes por su trabajo, no por su vida amorosa, clara antítesis de nuestra parrilla nacional.
Veo S.Q.P y hay gente que nunca había visto, ¿Quién es Romina Salazar?. Grabó algún disco, escribió un libro, actuó en una película, o alguna teleserie, o por último mostró el poto en Morandé con Compañía?.
Mientras pensaba en esto Pamela Jiles dice una frase que le cae como anillo al dedo a la pseudo maniquí; "Modelo trepadora". ¡Já!, es que no quedaba otra opción, si no figuran por trabajo, lo hacen por los hombres con los cuales han mantenido una dudosa relación de amistad, que cabe la casualidad son futbolistas, fetichè de la modelo trepadora.

Polémica, ¿Quién, Qué? .¡Es Paulina Nin!. La otrora carismática y lúcida animadora de tantos matinales con su fiel cosita, (el perro, no malinterprete) protagonizando campañas de ayuda, ejemplo de animadora y mujer. Mucha es mi sorpresa al ver la mega trasformación de Paulina y es que parece una loca de patio, ¡Please, get away from her! internenla en el Peral y le hacen un bien a la humanidad. Es increíble de ver como cada 5 minutos amenaza con demandas al que se le cruce, ojala el destino no la interponga en mi camino, moriría al ver sus ojos llenos de furia, lanzando llamas contra todo el mundo de la "farándula". Para que hablar de su lengua viperina (sino veala en youtube), que como cual serpiente ataca a su presa del momento.

Paulina loves cahuín, comprobado, no me la imagino en su casa, en paz, trabajando en su huerto, plantando arbolitos, una real utopía.
En S.Q.P le dedican por lo menos 40 minutos del programa, que pela a su compañero de panel, que interpone una demanda de injurias y calumnias contra alguna modelo trepadora. Y es que ama figurar y el brillo de las luces sobre su cara. Paulina sigue así, alimentando nuestras mañanas de ocio con cahuines, pelambres y demases, es que sín tí mis mañanas de flojera no serían lo mismo.
Cheers por su lengua viperina.

No es literatura es ocio.

No soy una gran escritora, omitir comparaciones con una Gabriela Mistral, una Emily Dickinson o tantas más. Es que no soy afamada a la pluma y punto, pero todos -hasta yo- tenemos esos momentos gloriosos en que la inspiración aparece y no nos suelta hasta que hemos vaciado en una papel lo mejor de nosotros.

No pretendo ser la revelación literaria blogistika, ni tener mil posts, tan sólo es mi espacio para escribir lo quema mi cabeza, es por eso que no es literatura, es ocio, es libertad, es pensamiento.